Sonreír mientras la muerte nos acecha, cosa de hondureños
El sistema nos limita y pone ante nosotros un mundo de necesidades Para superarlas unos se meten a estudiar duro pero este no es un privilegio que todo el mundo tiene, otros se comienzan a dedicar de a poco al comercio, otros trabajos temporales y con frecuencia vuelven a quedar desempleados, otros buscan opciones ingresando a la policía y al ejercito, otros son arrastrados por las mismas necesidades del a quedar en las filas del narcotrafico en nuestro país, otros son arrastrados de forma mas cruel incluso a encontrar una familia en las maras y así vienen una serie de formas que puede el hondureño encontrar para sobrevivir tratando de huir de la pobreza o aprendiendo a acomodarse a ella. De cada uno se entiende el lugar en que este, ante los embates de la pobreza en Honduras se sobrevive y a veces las opciones frente a vos son pocas y tomas la primera que te pasa por delante, es fácil juzgar a los demás pero vivir la pobreza es cosa muy aparte. Lo que no entiendo es la c